contra
Julio César Chávez Jr.VS Sergio Martínez.
Era el asunto más importante y cumplió con las expectativas, en medio de una dura controversia a la que asistió incluso el propio Martínez. El acuerdo final de la Junta de Gobierno del CMB fue que se cumpla con la unificación entre Chávez Jr., campeón mundial mediano y Martínez, monarca Diamante. La pelea deberá cumplirse en marzo próximo.
La decisión era obvia y salió tomada de los pelos, empujada por la indignación de una fanaticada que ya no encuentra más lugares donde postear su fastidio. Luego de meses y años de presenciar y apoyar el ascenso de campeones de barro, el CMB tomo consciencia del daño que al boxeo se le ha estado causando. Un aplauso por ese gesto. Pero... ¿dará resultado? ¿No habrá llegado demasiado tarde? Han soltado tantos cacahuates desparramados sobre la falta de previsiones que hoy veo casi imposible juntarlos nuevamente.
El panorama es aterrador. La administración del pugilismo de alta taquilla se divide entre dos o tres empresas promotoras que no negocian entre si y solo tratan de que sus campeones sobrevivan enfrentando a rivales inferiores de sus propias cuadras. La historia de esta pelea mandatoria entre Chávez Jr. y Martínez puede ser el mejor ejemplo y ojalá yo esté equivocado. Pero veo muy, pero muy difícil que Chávez Jr. suba alegremente a fajarse con Martínez. Bob Arum, de la promotora Top Rank, nos ha acostumbrado a que cuando dice que algo hará, eso hace. Y si recordamos sus planes para el Junior, en su agenda hay dos rivales: Vanes Martirosyan y Miguel Cotto, en ese orden.
Era el asunto más importante y cumplió con las expectativas, en medio de una dura controversia a la que asistió incluso el propio Martínez. El acuerdo final de la Junta de Gobierno del CMB fue que se cumpla con la unificación entre Chávez Jr., campeón mundial mediano y Martínez, monarca Diamante. La pelea deberá cumplirse en marzo próximo.
La decisión era obvia y salió tomada de los pelos, empujada por la indignación de una fanaticada que ya no encuentra más lugares donde postear su fastidio. Luego de meses y años de presenciar y apoyar el ascenso de campeones de barro, el CMB tomo consciencia del daño que al boxeo se le ha estado causando. Un aplauso por ese gesto. Pero... ¿dará resultado? ¿No habrá llegado demasiado tarde? Han soltado tantos cacahuates desparramados sobre la falta de previsiones que hoy veo casi imposible juntarlos nuevamente.
El panorama es aterrador. La administración del pugilismo de alta taquilla se divide entre dos o tres empresas promotoras que no negocian entre si y solo tratan de que sus campeones sobrevivan enfrentando a rivales inferiores de sus propias cuadras. La historia de esta pelea mandatoria entre Chávez Jr. y Martínez puede ser el mejor ejemplo y ojalá yo esté equivocado. Pero veo muy, pero muy difícil que Chávez Jr. suba alegremente a fajarse con Martínez. Bob Arum, de la promotora Top Rank, nos ha acostumbrado a que cuando dice que algo hará, eso hace. Y si recordamos sus planes para el Junior, en su agenda hay dos rivales: Vanes Martirosyan y Miguel Cotto, en ese orden.
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